El Creador duerme dentro de ti, eres tú,
despiértalo. Es parte de ti y tú parte de él. Como ves, ni tú ni el mundo
necesitan purificarse. La energía que fluye dentro de ti es la que te elevará.
Todo, todo está en ti, y habita en el ser humano desde el primer día. No seas ridículo,
el milagro eres tú y la prueba de todo es que estás vivo. ¡Date cuenta que
estás vivo, que respiras! ¿Quién necesita arrepentimiento? Eso es todo y lo
demás es pura palabrería. Por eso en mis portentosas y francas homilías repito
siempre lo mismo, me doy vuelta en lo mismo, con el pertinente pudor: ¡¡Date
cuenta de que estás vivo, de que respiras!! Todo fluye desde dentro de ti,
solamente. Cuídate de las teologías parásitas y de los charlatanes que se
pasean por todos lados cobrando y timando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario